1. ELEMENTO: Según el Evangelio San Juan pone de manifiesto la experiencia Pascual de los discípulos con el Cristo Resucitado, un encuentro que se vuelve
vida y transformación, de la misma manera para que haya una vivencia, y mayor
aún una humanidad dignificada es de vital importancia que cada persona puede
vivir un encuentro profundo y verdadero con Cristo, solo y partir de allí puede
haber una autoconciencia del valor de la vida y por ende de la misión de
cuidarla, respetarla y valorarla en la cotidianidad. Si no esta este encuentro, si no se vive la
experiencia que transita en mí mismo, se puede quedar todo a medias o se puede
vivir en lo mínimo sin buscar realmente una transformación persona y social. Este es un principio orientador: el
encuentro.
2. ELEMENTO: la fe en Jesús, la fe como signo de
vida, la fe como consecución de la vida eterna, de la verdadera vida, la fe que
conduce a la salvación.
3. ELEMENTO: la vivencia del amor que San Juan manifiesta en
su primera carta, el amor, el Dios amor que es capaz de despojarse a sí mismo
para entregarlo todo por el ser humano, el amor real que está presente y
actuante en los corazones, y que necesita ser descubierto y acogido y que al
serlo representa la vivencia plena del mandamiento del amor, la construcción
real de una experiencia de vida que transforma y que perdura, porque “quien
permanece en el amor, permanece en Dios y dios en El” (1Jn, 4,16).
La vivencia de estos principios y elementos
seguramente llevarán a la consecución de una humanidad dignificada.... En la realidad de América
Latina, se hace de vital importancia, no solo teórica sino experiencialmente la necesidad de descubrir en el dolor del ser humano, la búsqueda insaciable de su plenitud, de su felicidad, que no tendrá nunca mejor respuesta que en la vida misma de Jesús, y esto solo puede ser posible desde la sencillez de las pequeñas cosas y desde la realidad concreta
de los corazones que se disponen y se abren a
acogerlo., y que por ende lo testimonian y lo hacen concreto en su pequeña historia circundante.
Diana Mora.
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