“¡Pan del ángel! ¡Nuevo vino gusta el hombre peregrino!
Pan de hijos y herederos, que a un extraño no se da.
Don mil veces presentido: por Abraham ofrecido,
se inmolaba en los corderos, se recibió en el maná.
Buen Pastor, Pan verdadero, tu piedad, aquí patente, nos proteja y nos sustente;
y hasta el fin por el sendero de la vida guíanos.
Tú que ahora a verdes prados nos llevas, pobres mortales,
en el cielo comensales ya en tu pecho recostados, tus raudales ábrenos”
GRACIAS JESUS EUCARISTIA