viernes, 9 de septiembre de 2011

PAN DE ANGEL

“¡Pan del ángel! ¡Nuevo vino gusta el hombre peregrino!
Pan de hijos y herederos, que a un extraño no se da.

Don mil veces presentido: por Abraham ofrecido,
se inmolaba en los corderos, se recibió en el maná.

Buen Pastor, Pan verdadero, tu piedad, aquí patente, nos proteja y nos sustente;
y hasta el fin por el sendero de la vida guíanos.

Tú que ahora a verdes prados nos llevas, pobres mortales,
en el cielo comensales ya en tu pecho recostados, tus raudales ábrenos”

GRACIAS JESUS EUCARISTIA

En mi corazón vivirás

lunes, 25 de julio de 2011

REALIDAD DE LOS JOVENES DE HOY

REALIDAD DE LOS JOVENES DE HOY
Entrevista a una experta en Pastoral juvenil


MJ: ¿Cuál es tu visión actual concretamente del mundo de los adolescentes? ¿Cómo los ves? ¿Cuáles te parecen sus mayores problemas? ¿Cuáles sus más grandes valores?

Comenzaré diciendo que el mundo de los adolescentes, no es homogéneo, sino muy heterogéneo. No podemos meter a todos los adolescentes en el mismo saco. Ya el gran sociólogo Javier Elzo, por el año 1996, hizo un informe para la Fundación Santa María, en el que afirma que hay, al menos, seis tipos de jóvenes: Los integrados (el 38 %), los postmodernos (el 24 %), los reaccionarios (el 15 %)los pasotas (el 10 %),los radicales (el 2 %) y los liberales-conservadores (el 13 %). Yo puedo afirmar que un 60% de los adolescentes de hoy son personas que "se dejan vivir", son como peces que arrastra la corriente, que se llama sociedad. Su gran ideal es casi vivir el sexo y engancharse a la cultura de muerte: el consumismo irracional, el alcohol, las drogas, el tabaco, el ateísmo y la "teleinvasión". También hay un 40% de adolescentes que son responsables y quieren ser verdaderamente libres y van por la cultura de vida: el amor en gratuidad, la solidaridad, el pertenecer a una ONG humanitaria, el fraguarse un futuro feliz y el sentir, cada día, la alegría de vivir y de ser persona libre. Los grandes problemas de muchos jóvenes son el caminar por cultura de muerte y cultura light, con las cuatro notas que la definen: una cultura hedonista, consumista, permisivista y relativista. Un 40% de nuestros adolescentes, camina por sendas de cultura de vida y sus grandes valores son: la solidaridad, la lucha por los derechos humanos, la responsabilidad, la fuerza de voluntad y el "ser uno/a mismo/a".

MJ: Desde tu experiencia pastoral, ¿por dónde te parece que debe ir la acción pastoral con los adolescentes? ¿cuáles son sus grandes retos? ¿cómo plantearla?

La acción pastoral debe ir por caminos de cercanía, de acogida, de mentalización y celebración de valores básicos. Los agentes principales para realizar esta acción pastoral deben ser hombres y mujeres comprometidos, hombres y mujeres que viven, cada día, el amor maduro y gratuito que, siempre es: paciente, amable, alegre, positivo, que "disculpa, espera y aguanta sin límites". Es cierto que la acción pastoral corresponde a todo bautizado/a consciente y maduro. Pero los adolescentes de hoy, escuchan mejor a los hombres y mujeres que viven esos valores de los que hablan, más que a los predicadores "por oficio". Los grandes retos de toda acción pastoral son transformar y transfigurar adolescentes viejos en "adolescentes nuevos", en lograr que los adolescentes dejen su cultura de muerte y se enrolen en la cultura de vida, que es la cultura de la felicidad y libertad verdaderas, de las que tanto hambre tiene nuestros adolescentes de hoy. La acción pastoral se debe plantear con métodos que logren adolescentes de gran personalidad, humana y cristiana, en la que ellos/as sean sus autores y los actores.

MJ: ¿Qué les dirías a cuantos hoy trabajan educativa y pastoralmente con adolescentes?

Yo les daría estas cuatro herramientas para trabajar en Pastoral con adolescentes: Ilusión, comprensión, responsabilidad y amor en gratuidad. Con estas cuatro herramientas, bien entendidas y vividas, se forjan y se consiguen "adolescentes nuevos" en la vieja sociedad.

MJ: ¿Cuál es tu visión actual concretamente del mundo de los adolescentes? ¿Cómo los ves? ¿Cuáles te parecen sus mayores problemas? ¿Cuáles sus más grandes valores?

Su horizonte social, eclesial y personal está muy oscuro y lejano. Es lógico que no tengan muy claro el sentido de la vida y que los ideales no estén bien determinados. No cuentan con modelos cristianos de identificación de calidad y cercanos. No les resultan asequibles, material o psicológicamente, los grupos cristianos de pertenencia donde reconocerse, apoyarse y proyectarse. A su favor están los pocos años de vida y la obligada proyección al futuro, la búsqueda de la verdad y de la autenticidad. Son sensibles a propuestas ilusionantes que no faltan tampoco. Algunos logran encontrar modelos de identificación en su entorno. Los que contestan el consumismo y el bienestar, están cerca del Reino y es de esperar que otros se hastiarán de esta sociedad materialista y recuperarán valores humanos y religiosos. De la religiosidad difusa y difuminada pueden llegar a una fe personalizada más plenificadora. El horizonte cristiano, que probablemente se dibujará con mayor nitidez tras estos años de convulsión y pasotismo, lo verán cada vez más como utopía, referencia o meta. Durante unos pocos años no van a ser más que un grupo de peregrinos, por la Iglesia y la sociedad. Eso, sí, motivados, concienciados y cada vez más activos.

MJ: ¿Cuál es en estos momentos tu visión del mundo de los educadores, catequistas, animadores y agentes de pastoral de juventud?

Algunos están marcados por las nostalgias de tiempos mejores, por el cansancio natural, por la inseguridad ante tantos cambios y al constatar una cierta incapacidad de llegar a los jóvenes. Alguno se sitúa lejos, con psicología de rechazado y hasta enfrentado. Otros se debaten buscando lugares de encuentro, buscando iniciativas o repitiendo lo que cree que le sirvió antaño. Los más jóvenes ponen evidentemente toda la ilusión, algunos creen acertar en la amplia convocatoria, en el seguimiento de grupos y procesos. Pero...su juventud dura poco mientras que los jóvenes no paran.
En la Iglesia habría más jóvenes si hubiera más espíritu joven. También en ciertos jóvenes educadores. La búsqueda de seguridades empujan a algunos a una espiritualidad seria, encarnada y pascual, a otros les empuja a la contemplación. No faltan los que se instalan en la autocomplacencia, en la calidez del grupo pequeño y los se enredan en multitud de actividades gratificadoras que, en algunos llevan al activismo o huida hacia adelante. Esas energías pueden quedar desaprovechadas por falta de modelos aceptados de pastores de mayor vida y experiencia, o por la natural desconfianza hacia el pasado. Todas las generaciones quieren descubrir su propio mediterráneo y hacer sus propios recorridos.

MJ: Desde tu experiencia pastoral, ¿por dónde te parece que debe ir la acción pastoral con los adolescentes? ¿cuáles son sus grandes retos? ¿cómo plantearla?

Creo que debe partir de sus intereses, necesidades, realizaciones y posibilidades. Ni desde nuestros esquemas, ni desde nuestra ortodoxia, nuestra moral o nuestra Iglesia. Debe llevar a la apertura a la trascendencia para llegar a Cristo. La Iglesia es medio, debe ser medio, no estorbo. Si de verdad llegan a Cristo, seguro que harán Iglesia. Es casi imposible la maduración en la fe sin una Iglesia de comunidades vivas. Sin el seguimiento “materno-pedagógico” de cada uno. Sin grupo y sin implicación en la vida eclesial y social. Hay que hacerles comprender y vivir que los jóvenes no son la iglesia del mañana, son ya la iglesia, evangelizadores y agentes de transformación de su ambiente y entorno. Hay que ayudar a descubrir, con procesos muy serios pero muy flexibles, el sentido de la vida, las fuentes de la felicidad, y de su protagonismo. En la auténtica fe, vivida en comunidad, se responde a muchos de los intereses, necesidades y potencialidades.

MJ: ¿Qué les dirías a cuantos hoy trabajan educativa y pastoralmente con adolescentes?

Totalmente desaconsejable trabajar solos. Formen parte de un grupo, comunidad, asociación. Entrenarse para el éxito y para el fracaso. Tenerlos previstos. Escuchar mucho, escucharse poco, escuchar experiencias, hacer oídos sordos a los lamentos de otros educadores fracasados o “aparcados”. Sin constancia, esfuerzo, paciencia, no se madura, no hay ni fe, ni pan ni vino, ni eucaristía, ni comunidad, ni testimonio. Ni educador. Somos gente de esperanza y esperanzadores, optimistas y entusiastas. Tan importante y estimulante es saber que contamos con Dios como saber que Dios cuenta con nosotros.

martes, 28 de junio de 2011

Mensaje Palautiano

La vida está llena de personas que son para nosotros un reto de vida, un espejo en el cual podemos mirarnos y anhelamos parecernos a ellos, por su inteligencia, por su habilidad, por su alegría o por cualquier tipo de cualidad que nos atraiga y que nos gustaría imitar o superar.

Entre las personas más maravillosas del mundo están seguidores de Jesús, hombres y mujeres que han dado su vida para ayudar a los demás; religiosos, misioneros, mártires, santos.

Alguien muy cercano a nosotros es Francisco Palau, Fundador de las Carmelitas Misioneras. Empieza a conocerlo:

lunes, 20 de junio de 2011

Bicentenario del Beato Francisco Palau

Conociendo un poco su vida...

Quién era?

Nace el 29 de diciembre de 1811 en Aytona (Lérida), España. Estudia filosofía y teología en el Seminario de Lérida. Profesa como Carmelita Descalzo el 15 de noviembre de 1833. Por los azares políticos producidos en España, es exiliado a Francia desde 1840 a 1851. En los alrededores del santuario de Nuestra Señora de Livrón lleva una intensa vida solitaria en 1843. Regresa a España en abril de 1851; se incardina en la diócesis de Barcelona; funda la "Escuela de la Virtud" en noviembre del mismo año. Suprimida la "Escuela", es confinado a Ibiza el 9 de abril de 1854, dónde vive profundamente el misterio de la Iglesia. En las islas Baleares funda las congregaciones de los Hermanos y de las Hermanas Carmelitas. En enero-marzo de 1872 redacta y publica las Reglas y Constituciones de la Orden Terciaria de Carmelitas Descalzos, que se imprimen en Barcelona. Muere en Tarragona el 20 de marzo de 1872.

¿Cómo era?

De rasgos fuertes y bien marcados. Mediana estatura y de constitución recia se proyecta como figura adusta y severa. Enamorado del silencio, del retiro y de la soledad, es y se siente a la vez apóstol de actividad múltiple y desbordante. Predicador incansable: Ve la recristianización del ambiente español y europeo como una auténtica obra de evangelización. La dirección fue uno de los cauces por los que transmitió con mayor eficacia y autenticidad su espíritu a los miembros de la familia religiosa del Carmelo Misionero; queda reflejado en sus cartas. Su faceta de catequista y renovador se hizo patente en la gran obra de la "Escuela de la Virtud" de Barcelona.

Fue escritor, más por exigencias pastorales que por vocación o consagración a la pluma. Logró, sin embargo, componer páginas originales que ocupan lugar privilegiado en la literatura religiosa y espiritual del siglo XIX español. Sus obras son: Lucha del alma con Dios; La vida solitaria; Catecismo de las Virtudes; Mes de María; La Escuela de la virtud vindicada; La Iglesia de Dios figurada por el Espíritu Santo; y otras. Mención especial merecen las páginas de índole autobiográfica recogidas modernamente en dos libros: Las Cartas y Mis Relaciones con la Iglesia. Las 169 piezas reunidas en el epistolario son fuente insustituible para conocer y comprender al P. Francisco Palau. Ha sido considerado exorcista por la arriesgada y azarosa actividad en favor de los marginados que acudían a su residencia de Santa Cruz de Vallcarca (Barcelona).

sábado, 26 de febrero de 2011


Francisco Palau, enamorado de la Iglesia, una de sus frases celebres "Vivo y vivire por la Iglesia"
BICENTENARIO DEL NACIMIENTO DEL BEATO
FRANCISCO PALAU Y QUER
1811-2011


Francisco Palau nace en Aytona (Lérida) España el 29 de Diciembre de 1811. Carmelita descalzo desde 1832 y Sacerdote desde 1836. Los azares de la Patria lo obligan a vivir la exclaustración y el exilio. Al regresar a España en 1851 funda en Barcelona “La Escuela de la Virtud” modelo de enseñanza catequética. Suprimida la Escuela y confinado injustamente en Ibiza (1854-1860) vive en la soledad de el Vedrá las vicisitudes de la Iglesia inmerso en su misterio. Funda en Baleares las Congregaciones de hermanos y de hermanas Carmelitas (1860-1861). Predica misiones populares y extiende la devoción Mariana por donde quiera que pasa. Muere en Tarragona el 20 de Marzo de 1872. Fue elevado a los altares por Juan Pablo II el 24 de Abril de 1988 y propuesto por él como profeta ejemplar para el creyente de hoy.
La Iglesia constituye su centro de gravedad, su carnet de identidad; hacia ese centro se dirigieron todas sus ideas y energías, su pensamiento y amor, su mundo interior y su actividad.
Continuaremos a través de este medio comunicándoles varias riquezas de la espiritualidad y el Carisma Palautiano del Carmelo Misionero. Contamos con su oración constante para que las Carmelitas Misioneras podamos trasmitir a las nuevas generaciones en diversas culturas y contextos humanos más variados, su mensaje esencial: “La Pasión por Jesucristo y la Iglesia”